Una pequeña reflexión, 15 años después

Estas son algunas ideas en torno al nuevo trabajo de Soundgarden, «King Animal».

– Desde el momento en que anunciaron su reunión, nunca esperé que Soundgarden se base en la nostalgia, pero dudé que sus capacidades estuvieran intactas. Complacido veo que es todo lo contrario, Matt Cameron toca mejor que nunca, Ben Shepherd achorado en las cuatro cuerdas, Kim Thayil lisérgico como siempre y Chris Cornell recuperando los bríos de sus buenos años.

– Al no ser una reunión nostálgica esperaba el álbum nuevo. Luego de escuchar «Live To Rise» supuse que, como todo en esta vida y como en cada uno de sus discos iba a palparse una lógica evolución. Si hay alguna conexión con su obra es la experimentación del «Down On The Upside», esperar que compongan un «Badmotorfinger» II en el 2012 era iluso.

– De los cuatro miembros de la banda los más activos han sido Cameron y Cornell. El primero ha cambiado su forma de tocar junto a Pearl Jam, de ese golpe seco y pesado se sus inicios al galopante de ahora, además de su manera de componer. Cornell pasó del rock duro de SG a la madurez de su primer solista, los devanéos de sus siguientes placas (ninguna pésima, con todo y Timbaland), y el reto de unirse a esa máquina bien engrasada y ponerse al frente de los restantes Rage Against The Machine en Audioslave. Obviamente todo afecta, Soundgarden no sonaría como en 1996.

– Compararlos con sus congéneres es un capricho. Mientras Pearl Jam ha tenido una evolución constante sin interrupciones y Dave Grohl en mayor medida obtuvo sus más grandes éxitos junto a Foo Fighters en la pasada década, empatar el regreso de SG con el de Alice in Chains es jalado de los pelos. AIC tuvo una agonía larga y fin abrupto con la muerte de Layne Staley y, aunque soy de los que piensa que William DuVall le ha hecho muy bien a la banda, el frontman natural es Jerry Cantrell. Este último siempre le puso su firma a todas las composiciones y por ende sus discos solista no se alejan mucho de lo que proponía junto a Mike Inez y Sean Kinney, motivo por el que «Black Gives Way To Blue« tiene una fuerte conexión y se puede reconocer al AIC clásico. En Soundgarden la historia es distinta, son los cuatro miembros originales, los mismos que se separaron por el desgaste de esas primeras dos décadas de convivencia.

Conclusión: Escuchar el «King Animal» es una experiencia enriquecedora. Mi track favorito es «By Croocked Steps» y sólo puedo esperar el momento de verlos en vivo. Esperando un 2013 con nuevas placas y giras de Pearl Jam, Alice In Chains y Soundgarden y Grohl volviendo a los tambores con Queens Of the Stone Age sólo me queda pensar en la suerte de haber nacido el siglo pasado.

Must Have Albums: Soundgarden – Badmotorfinger (1991)

Siempre hay ejemplos a seguir, los encontramos desde el momento mismo de nuestra llegada al mundo cuando buscamos y nos reconocemos en la mirada de nuestros padres. Algunas otras formas de reconocerse las encontramos cuando, tiempo después de una experiencia (auditiva en este caso) vemos reflejadas visiones de nuestras vivencias.

Cuando las bandas capitales de la escena grunge de Seattle despuntaban en las listas de megahits del mercado norteamericano, habían unas cuantas agrupaciones que ya gozaban del cierto reconocimiento, tanto por kilometraje como por la extraña belleza de sus obras. Y tengan por seguro que cuando Chris Cornell batía su larga cabellera en algún bar o teatro del circuito americano, ya estaban ahí varios de los futuros héroes que tomarían la posta, aprendiendo del maestro.

Badmotorfinger fue un cúmulo de experiencias agrupadas en doce cortes. Toda la carretera recorrida, los anteriores partos discográficos, la locura del momento que les tocó vivir; todo resumido en un álbum tan elemental, pulcro, tan necesario. La producción de Terry Date nuevamente acertada ya había marcado un giro en su anterior placa Louder Than Love, entonces era también lógico alcanzar mayor madurez por este factor, aparte del gran aporte del nuevo bajista Ben Shepherd quien cumplió el sueño de todo fan siendo reclutado por su banda favorita.

Y es que este disco tiene un encanto particular. Con tantos elementos que, en lugar de fragmentarlo, crean una unidad tan avasalladora como una aplanadora y tan potente como un motor en marcha. «Rusty Cage» es el tema inicio, una introducción desconcertante, tan desconcertante que años después el mítico Johnny Cash la haría suya con una versión hilarante. Hacia la mitad del tema se hace notoria la particularidad del sonido motorizado al que se refiere el nombre del álbum. Sigue «Outshined», todo un emblema noventero, un riff sencillo de tendencia sabbath del más black, espejo en el cual se reflejaron (y calcaron) miles de canciones en los años posteriores. Una letra tan ambigüa como encantadora (I‘m feeling that I’m sober even though I’m drinking, I can’t get any lower, still I feel I’m sinking… So now you know who gets mystified!).

Hablábamos de ambigüedades, pero hay poco de eso en «Jesus Christ Pose». Tema obviamente vetado por las cadenas musicales por su supuesta onda sacrílega (al igual que el penúltimo surco «Holy Water»), fue una pieza infaltable para desatar el frenesí entre la audiencia que veía como de una simple nota (el tan mentado drop d) se desgranaba una avalancha incontrolable de fuerza, cosa que no era del todo inusual si analizamos el toque que Date daba a cada producción que realizaba. Este tema, junto con el surco anterior, «Slaves & Bulldozers» (que en vivo era llevado al extremo, con Cornell parodiando a The Doors o a sus colegas de Pearl Jam) eran la demostración de cuan efectiva había sido la elección de productor.

Ese factor, el “en vivo”, fue fundamental para esta placa. Quienes hayan visto el home video Motorvision pueden dar fe de ello. Y un tema como «Searching With My Good Eye Closed» obviamente sufriría un cambio para bien cuando era formulada para ser digerida por una masa ansiosa de locura. Una canción a lo Zeppelin que durante toda la gira de promoción fue el disparo inicial, el grito de batalla con el propio Satán induciendo al tema.

Elementos nuevos estaban presentes, tanto el composición como en temática. Claros ejemplos «Face Pollution»«Drawing Flies» y «Room A Thousand Years Wide», que contaban con la presencia de vientos. Este último tema también hacia referencia al nuevo elemento en la alucinada pluma de Cornell, la inquietud y desolación que encontraba en los sentimientos más desbordados en los que se inspiraba (amor, soledad, muerte, incredulidad, ese tambien…) Dando vueltas a los versos de «Mind Riot» , «Somewhere» o «New Damage» comprenderás un poco más.

En fin, una banda que a primera impresión parecía tener tan pocas pretensiones y que con el paso del tiempo fue mejorando como el buen vino, dando su canto de cisne en Superunknown y logrando la madurez perfecta en Down On The Upside. Kim Thayil brindándonos una amalgama de hard rock, psicodelia y metal, embriagado de Iommi y Page pero con suficientes huevos underground como para no desprender los pies del suelo. Chris Cornell en el cenit de sus facultades vocales, que no abrumaban como antaño pero asombraban por su mayor control sobre los mismos. Matt Cameron, siempre siendo Cameron, un ciempiés (y cien brazos) en los tambores y el alucinado Ben Shepherd, demente en las cuatro cuerdas tanto en estudio como sobre el escenario. Una joya de disco, un monumento de banda.


Tracks (Audio): 
Rusty Cage
Outshined
Slaves & Bulldozers
Jesus Christ Pose
Face Pollution
Somewhere
Searching With My Good Eye Closed
Room A Thousand Years Wide
Mind Riot
Drawing Flies
Holy Water
New Damage

Lanzamiento: Octubre 8, 1991 (US) – A&M Records 75021 5374 1
Duración: 57:48

Chris Cornell – Vocales, Guitarra
Kim Thayil – Guitarra
Ben Shepherd – Bajo
Matt Cameron – Batería

Músicos Adicionales: 
Scott Granlund – Saxófono en “Room A Thousand Years Wide” y “Drawing Flies”
Ernst Long – Trompeta en “Face Pollution”, “Room A Thousand Years Wide” y “Drawing Flies”
Damon Stewart – Narración

Producido por: Terry Date y Soundgarden 
Asistente de Producción: Larry Brewer 
Ingeniero Adicional: Efrén Herrera
Grabado en: Studio D, Sausalito, CA; Bear Creek Studios, Woodinville, WA. 1991 
Grabación Adicional: A&M Studios, Los Angeles, CA.
Mezclado por: Ron St. Germain en Can Am Studios, Tarzana, CA.
Asistente de Mezcla: John Jackson
Masterizado por: Howie Weinberg en Masterdisk, NY.
Dirección de Arte: Len Peltier
Ilustración: Marcos Dancey
Fotografía: Michael Lavine

Descarga completa: http://bit.ly/Karwpn

Rusty Cage

Outshined

Slaves & Bulldozers

Jesus Christ Pose

Searching With My Good Eye Closed

Room A Thousand Years Wide